Rebeldía

La imagen del adolescente rebelde no es nueva. A lo largo de la historia cinematográfica y la cultura pop hemos visto a adolescentes rebelarse montando motos, fumando cigarrillos, escabulléndose a fiestas o simplemente desarrollando una actitud inteligente cuando se trata de hablar con sus padres.

La psicología y estudios médicos han demostrado que esta etapa rebelde tiene, de hecho, un propósito para el cerebro en crecimiento, pero si estás viviendo en una casa con uno de estos adolescentes, puede parecer más una pesadilla.

La rebeldía puede ocurrir a cualquier edad, pero el momento más común en que vemos que esto ocurre es en la adolescencia. Hay dos formas de rebeldía comunes a esta edad, una rebelión contra la adaptación social y una rebelión contra figuras de autoridad (padres y maestros).

Todo esto ocurre cuando el hijo comienza a desarrollar cierta individualidad de sus padres y familia y busca una manera de obtener su propia personalidad única. La rebeldía ocurre al volverse independiente de lo que les gusta o quiere a sus padres o de los intereses que alguna vez tuvieron y a su vez, esto crea desaprobación en los padres.

💥  La rebeldía es útil y necesaria

La adolescencia es un momento de auto-actualización, cuando nos damos cuenta de una imagen de nosotros mismos separada de nuestros padres. La rebeldía es parte del crecimiento; también está vinculado a cambios en el desarrollo del cerebro que eventualmente los ayudarán a convertirse en adultos analíticos.

Cuando se trata de adolescentes, etiquetar cualquier cosa como "normal" puede ser difícil de hacer. Cuando tu hijo atraviesa la adolescencia y comienza a rebelarse, generalmente no hay nada de qué preocuparse si lo que experimenta es cambios de intereses y actitudes, aislamiento de la familia, nuevos gustos de música y vestimenta y sobrepasar límites.

Saber cuándo el comportamiento de tu hijo ha cruzado la línea de simplemente actuar y tratar de obtener independencia a algo que puede ser dañino o fatal es clave para ser un padre responsable. Cualquier comportamiento que observes que pueda lastimar a tu hijo generalmente es algo contra lo que debe actuar, pero hay formas de evitarlo.

🚨  Conductas de riesgo
 

• Peleas
• Fumar
• Consumir drogas
• Beber alcohol
• Reunirse con extraños de internet
• Participar en actividades sexuales sin protección
• Actividades ilegales como allanamiento o vandalismo
• Ausentismo escolar